¿Por que instalar Películas Polarizadas de Control Solar o Temperatura

en su hogar u oficina?

 

A través del tiempo, los rayos UV causan grandes daños en muebles, tapicerías, alfombras, cortinas, maderas, etc. Se pueden utilizar cortinas, persianas, solar screen, para evitar el paso de los rayos. ¿Pero, porque tapar la vista, que podría disfrutar a través de sus ventanales?

 

Los Filtros UV e Infrarrojos, están diseñados para bloquear un 99.8% de los rayos UV y un 87% de rayos Infrarrojos

 

Rayos Ultravioleta (UV):

Esta radiación electromagnética abarca los rayos con una longitud de onda que va de los 400 nm a los 15 nm. Su nombre (ultravioleta) se vincula a que el rango de la longitud de onda comienza detrás del espectro visible que las personas observamos como color violeta.

Los rayos ultravioleta, que también se conocen como rayos UV, generan efectos químicos que pueden resultar dañinos para la salud. Esta radiación forma parte de los rayos del sol, algo que obliga a que nos protejamos de la radiación Solar.

En cuanto a los rayos solares, la mayor parte de la radiación UV es absorbida por la atmósfera. Sin embargo, debido al agujero de la capa de ozono, los rayos ultravioletas llegan cada vez en mayor cantidad a la superficie terrestre. Cuando una persona se expone a estos rayos, puede sufrir diversos problemas en la piel, incluyendo cáncer.

Dadas las serias consecuencias que podemos sufrir por la acción de los rayos ultravioleta sobre nuestro cuerpo, se hace necesario que tomemos medidas al respecto.

 

Rayos Infrarrojos (IR)

Los rayos infrarrojos constituyen una clase de radiación electromagnética con una longitud de onda que resulta superior a la longitud de onda de la luz que puede verse (por lo tanto, tiene una frecuencia menor), aunque inferior a la longitud de onda de las microondas (la frecuencia de los rayos infrarrojos es superior).

Cuando se habla de la sensación térmica, se hace referencia a lo qué siente una persona más allá de la temperatura del ambiente. Esto se debe principalmente a la radiación que nos llega de los rayos solares, si recibimos más energía de la que emitimos en forma de rayos infrarrojos, sentiremos calor, aún cuando la temperatura ambiental y la temperatura corporal se mantengan constantes.